martes, 15 de marzo de 2011

Curando desamores de tus amores...

Me senté bajo el mar de estrelles que aquella cálida noche de verano cubrían el cielo. Abrí mi mente y dejé escapar todas mis preocupaciones. Y es que todas ellas se centraban en ti. Temía  perderte, a que no me querieras, a que me olvidaras...
Entonces te acercaste sigilosamente por detrás y con tus finas manos cubriste mis ojos. Pronunciaste  << ¿Quién soy? >>.  Reconocí aquella dulce aroma a camelia y enseguida supe que eras tú.  Al sentarte a mi lado, un calor me subió desde los pies hasta la cabeza. Solo por tenerte a mi lado ya me sentía feliz. Entonces recordé un pequeño detalle; al tener a Jorge a mi lado, las mejillas se me enrojaban. Quise disimular el rojo de mi cara con un breve gesto, pero perpetué que ya era de noche y que la oscuridad escondía mi timidez. Con un simple movimiento, me robó la mirada. Estaba completamente hechizada por sus marrones y penetrantes ojos. Aquéllos no escondían falsedades sino toda la verdad. Empezó a hablar y cada vez estaba más perdida en su mirada, hasta que hoy la palabra “pero te seguiré queriendo”. Reaccioné. Lo último que recordaba era que me hablaba de una hermosa chica que había pasado las últimas dos semanas en el pueblo. Luego empezó a hablar de sus sentimientos y…  Hasta aquí llegué. Parpadee un par de veces antes de reaccionar. No podía ser, otra vez se me había pasado el turno. Aquella bella chica le había robado el corazón a Jorge y yo no podía hacer nada. “¿Qué tenía ella que no tuviera yo?” pensé. Y con solo plantearme la pregunta un millón de palabras me inundaron la mente; ella era más guapa, más dulce, más deportista, más divertida y muchas más cosas. Al cabo de un rato le volví la mirada a Jorge. Parecía triste. Lo abracé con toda mi dulzura. Cuando abrí los ojos, la vi. Ella estaba allí, sentada al lado de la piscina contemplando el reflejo de la luna. Le di un pequeño golpe a Jorge y le señale en dirección a la piscina. El rostro le cambió por completo, parecía más feliz. Me dio dos besos de despedida y se fue corriendo hacia la chica. Mientras él se marchaba, mi corazón se puso débil. Otra vez la misma historia, la buena amiga que consolaba a los desamores de su amor, pero “¿y si esta vez no era un desamor?, ¿y si ella sentía algo por él?” Me sentí sola, triste, pero sobretodo estúpida…
Cerré los ojos y me bañe en aquél oscuro cielo. Las preocupaciones volvieron a sus correspondientes cajones y volví a pensar en él como nunca antes lo había hecho.

CORINNA.

9 comentarios:

  1. presios carinyuu!!!!!!!! ma agradat molt :) i el final, es molt bionic **

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  2. muuuuy bonito, gracias por pasarte por mi blog! te sigo!

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  3. hermoso!! me encantó como lo narraste, como cuentas los sentimientos de esta pobre chica... que penita me dio!!! tan triste debe ser el verlo con otra y más si tú le apoyas como amiga... ohhhh que triste!!!
    muy lindo me encantó!!:D
    gracias por pasar por mi blog!!!!
    ya tienes una nueva seguidora:D
    un besote
    Nenina

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  4. Me encannta que te guste! yo tambien te sigo, un beso enorme:)

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