Nuestras manos se unieron y la lenta música empezó a sonar. Se podía distinguir un dulce violín y un suave piano. Notaba tu cuerpo rozando el mío y nuestras miradas unidas por un largo y transparente hilo. Cada respiro, cada parpadeo, cada paso, nos llevaba a un lugar distinto. Te acercabas cada vez más, hasta que note tu labio acariciando al mío. Aquello me produjo una nueva sensación que nunca antes había experimentado. Me sentía feliz, viva, cómoda… Cuando dejaste de besar mis labios, me miraste y con una tierna voz, en el oído me susurraste un “te quiero”. Entonces me deje besar por segunda vez y me perdí en un mundo, mi mundo, nuestro mundo. Y es que no hay nada mejor en esta vida que crearse un universo, en el que eres el protagonista, en el que todo transcurre de forma acompasada y que al llegar un momento puedes mostrarle tu creación a un ser; sea un familiar, un amigo o simplemente, un amor.
CORINNA
precioso*________* y no lo digo porque te tenga a mi lado ahora mismo¬¬ me ha encantado!!
ResponderEliminarjajajajajja, he visto como tocabas las teclas
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